Evolución Histórica Del Area Portuaria

Hacia 1867 comienzan a desarrollarse los primeros movimientos portuarios sobre la margen derecha del riacho Barranqueras, sobre todo de hacheros correntinos que realizaban explotaciones forestales.

En 1875 con el fin de ubicar un cantón y pueblo frente a Corrientes, llegó a las proximidades del antiguo puerto San Fernando una Comisión Exploradora.

Pese a las condiciones pantanosas, se eligió esa zona teniendo en cuenta la cercanía a dos ríos navegables, al Negro y el de Barranqueras, y la facilidad de acceso a explotaciones forestales establecidas. A 7.700 metros del “puerto” de Barranqueras y a 1.800 metros del puerto San Fernando.

“Los ríos iban a ser los primeros caminos del Chaco ...” dice Guido Miranda, y agregaba “... puertos y barcos existían en la medida que los propios pobladores los creasen, obra a todas vistas hipotéticas por la precariedad de los recursos de los inmigrantes”.

No obstante, fue fundamental para el desarrollo de todo el territorio Chaqueño y del crecimiento e importancia de la ciudad. Los primeros caminos que partieron de Resistencia eran los que lo comunicaban con sus puertos, siendo en un principio simples huellas o picadas, pero de vital importancia, pues constituían un nexo imprescindible de comunicación con el resto del país.

Sin embargo la penetración por el río Negro se hacía mucho más extensa por su carácter meándrico, y fue lentamente dejado de lado. Aparece así una extensa área funcional sobre el riacho Barranqueras, dando origen a los poblados de Barranqueras y Vilelas.

Más allá de eso esta área tuvo un proceso histórico de crecimiento, que generó una formación espontánea de equipamientos y viviendas que se estructuraron en torno un elemento generador, como lo fue el puerto.

El crecimiento de las actividades portuarias, nunca fueron planificadas, sin embargo su evolución ha dejado para la sociedad profundos símbolos de su historia, muchas veces olvidados o no tenidos en cuenta.

El área portuaria de Resistencia forma parte fundamental de su historia y su memoria, que constituyen su identidad, tanto pasada, como de su transformación y progreso.

No obstante sus posibilidades, la ciudad no está ajena de problemas, más aún teniendo en cuenta la dinámica espontánea del actual sistema de organización de nuestra sociedad, donde las acciones oficiales son de escasa incidencia para resolver las problemáticas, o al menos disminuir las alteraciones negativas del proceso de urbanización.

La falta de cumplimiento de las normas vigentes, o lo inadecuado de las mismas a la realidad urbana, la falta de continuidad de las políticas con los cambios de poder y el poco mantenimiento de la infraestructura existente, ha llevado a una crisis urbana, siendo el área de estudio uno de los sectores más afectados y olvidados.

Todos estos factores fundamentan la necesidad de estudiar y documentar este sector para que forme parte de nuestra identidad, su conocimiento implica poder desarrollar el sentido de pertenencia que hagan posible vivir, querer, conocer y comprender a la ciudad, cuestiones imprescindibles para poder compartirla.

Como muchas ciudades argentinas de su época, Resistencia nace conectada al río, sin embargo hoy en día la ciudad crece a sus espaldas y gran parte de su territorio como lo conforma su área portuaria no se encuentra integrada a su vida urbana.

La comprensión de los fenómenos históricos ocurridos nos servirán para entender el panorama actual y poder en consecuencia planificar su futuro.

Un aspecto básico para una conciencia que promueva la identidad es el conocimiento histórico que avale y permita asumir una postura objetiva sobre los fenómenos producidos en el área.

No se trata de tener una “cierta memoria, una cierta identidad” en un momento sino como “actualización” de dicha identidad en lo que podríamos llamar “identificación y comunicación”, para que llegue a representar una puesta en valor socialmente apreciada.

Por Aníbal Daniel Bennato.