domingo, 7 de mayo de 2006

Nació Otro Tapir En Cautiverio En El Zoológico Saenzpeñense

El lunes 1 de mayo nació en el zoológico municipal de esta ciudad un nuevo tapir, conocido comunmente como "Gran Bestia". Es el octavo ejemplar nacido en cautiverio, con el cual se confirma el éxito del programa de reproducción que se lleva adelante en esta ciudad para intentar salvarlo de la amenaza de extinción.

Como se trata de una especie vulnerable su caza y comercialización está en la actualidad estrictamente prohibidas, por esto se explica la alegría que significó este nuevo nacimiento.

El nuevo habitante del zoo, y nuevo integrante de la familia de los tapir (tapirus terrestris), resultó ser una hembra que se encuentra en perfecto estado de salud, al cuidado exclusivo de su madre.

En cuanto a su padre, se trata de un ejemplar que también nació en el mismo zoo, lo que demuestra que son varias generaciones las que se vieron beneficiadas por el Proyecto de Manejo y Reproducción en Cautiverio del Tapir, que tiene su base en el Complejo Ecológico Municipal de esta ciudad.

De esta manera, el tapir bebé es una de las nuevas atracciones del zoo local, donde se espera también para los próximos días otros nacimientos de la misma especie. Esto indica que toda esta especie se encuentra muy cómoda en esta ciudad, gracias a las amplias instalaciones, el empeño y la dedicación que le dispensan los cuidadores del Complejo Ecológico.

Esto tiene que ver mucho con que es una especie ligada con la misma historia del zoo local, debido a que el primer ejemplar ingresó en los inicios de este, proveniente de la Colonia Pampa El Gallo, zona rural de Tres Isletas, donado por una familia de la zona.

El trabajo con ellos hizo que en la actualidad se cuente con 15 ejemplares, 8 machos y 7 hembras; 8 de ellos nacidos en cautiverio, y el último de ellos pertenece ya a la segunda generación en estas mismas condiciones.

Para ir conociendo con más detalle a estos simpáticos ejemplares de la fauna autóctona chaqueña, se puede decir que se trata del mayor mamífero terrestre sudamericano.

De cuerpo cilíndrico y cabeza alargada, su longitud alcanza los 2,5 metros, y llega a pesar hasta 300 kilogramos Su forma constituye una eficaz adaptación para los desplazamiento entre la vegetación cerrada.

Su gran cabeza alberga ojos pequeños, orejas redondeadas, y la nariz prolongad en trompa junto con el labio superior. Desde la nuca hasta la cruz presenta una densa crin de pelos gruesos. Las patas son cortas y fuertes que terminan en dedos con pezuñas. Su vistoso pelaje es corto y duro, más oscuro en el dorso y claro en lo laterales.

El mapa de su distribución señala que ocupa desde Venezuela al norte de Argentina. En nuestro país habita las provincia de Salta, Jujuy, Chaco, Formosa, Santiago del Estero, y Misiones. Su hábitat en territorio argentino se restringe a los ambientes de selva y bosques de tipo chaqueño, siempre en proximidades a cuerpos de agua.

Su alimentación es de tipo herbívoro y frugívoro, se alimenta de brotes, hojas y diversos frutos, También suele forrajear en áreas de cultivos.

La alegría que demuestran el personal del Complejo Ecológico Municipal de Sáenz Peña, desde su director Jorge García, pasando por todos los empleados de esta dependencia, tienen que ver con que este nacimiento viene a engrosar el número de una especie amenazada y en peligro de extinción. Al mismo tiempo, porque la hembra de esta especie da a luz camadas de una sola cría, tras una gestación de entre 13 y 14 meses.

Además, de la ternura habitual que despierta el cachorro de cualquier especie, el caso del tapir es muy particular, porque el bebé presenta un pelaje de coloración parda salpicado de blanco, que los hace muy vistoso, y que luego desaparece al cabo del primer año de edad, período durante el cual permanece al cuidado de su madre.

Su estatus en Argentina lo califica como una especie vulnerable. En toda su área de distribución es una de las especies más cazadas por su carne y por su cuero. A esto se le suma la modificación que sufren sus hábitat, por el avance de la deforestación.

Todas estas condiciones dieron como resultado que el tapir haya disminuido su presencia en su rango y número poblacionales. En estado adulto su único predador natural es el yaguareté, aunque los cachorros también pueden ser presas del puma o el yacaré.

A consecuencia de su disminución, las leyes prohibieron estrictamente su caza y comercialización a nivel provincial y nacional. Y se encuentra protegida en varios parques nacionales tales como Baritú, Calilegua, El Rey, Chaco, Pilcomayo, e Iguazú.

El tapir es conocido comúnmente como "Gran Bestia", "Sacha Vaca", "Mboreví". Desde la antigüedad ha constituido una fuente de alimento y cuero para las culturas aborígenes y de criollos del norte argentino.
Fuente: Diario Norte.

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